El último gran informe de evaluación del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC), demuestra que el enfoque de las políticas públicas debe responder a un imperativo medioambiental y de salud pública. Hemos llegado al punto de no retorno, la vulnerabilidad climática es real y debemos actuar.

En este contexto, es importante destacar el rol de los bosques, por su capacidad natural de capturar el dióxido de carbono y almacenarlo como parte de sus estructuras físicas. En este sentido el IPCC es explícito en indicar “El Manejo Forestal Sustentable puede ayudar a manejar algunas de estas vulnerabilidades, mientras que, en algunos casos, puede aumentar y mantener los sumideros forestales a través de la cosecha, la transferencia de carbono a los productos de madera y su uso para almacenar carbono y sustituir materiales de construcción intensivos en emisiones (Churkina et al., 2020; Capitulo 5, Sexto informe de evaluación IPCC 2021)”.

Los recursos vegetacionales, contribuyen además a la regulación del ciclo hídrico, mediante la interceptación de la precipitación y la regulación de la escorrentía; la conservación y protección de los suelos, especialmente la protección contra la erosión, y; la conservación de la biodiversidad. Hacemos un llamado a las autoridades a considerar los beneficios del Manejo Forestal Sustentable y, por tanto, fomentar la forestación y reforestación con diversas especies, manejo y protección del Bosque Nativo, incrementar la construcción en madera, fomentar la eficiencia energética en hogares e industrias, seguir incrementando la incorporación de energías renovables, considerando a la BioEnergía como eslabón fundamental de esta cadena de beneficios desde los bosques, basados en una nueva Bioeconomía.